Ser ciudadano en el s. XXI empieza a ser tremendamente complicado, y exige unos conocimientos nada despreciables para poder navegar la jungla administrativa, burocrática y tecnológica en la que nos movemos sin ser conscientes....
Como decía Auserón: "vas por ahí sin prestar atención, y cae sobre tí una maldición...".
Da gusto leerte, Jorge.
Ser ciudadano en el s. XXI empieza a ser tremendamente complicado, y exige unos conocimientos nada despreciables para poder navegar la jungla administrativa, burocrática y tecnológica en la que nos movemos sin ser conscientes....
Como decía Auserón: "vas por ahí sin prestar atención, y cae sobre tí una maldición...".